Karmatrón y los Transformables.
Cerca de 1986 u 87, mi mamá trabajaba en la tienda del ISSTECH, tienda de abarrotes para los derechohabientes de dicha institución. Yo para ese entonces, iba muy poco a visitarla al trabajo, y poco me interesaban las actividades que alli se realizaban. En una ocasión, ella me comentó que ese día llegaron dos niños a pedir trabajo de cerillitos. De este par de niños, uno se quedó a trabajar alli, y me tocó conocerlo en una ocasión que fuí a visitar a mi mamá. Recuerdo esa imagen, un niño delgado, moreno, de ojos grandes y muy vivos. Sinceramente, no recuerdo de que fué lo que hablamos primero, pero recuerdo que desde ese entonces me di cuenta de que era un niño que valía la pena tener como amigo. Le pedí a mi madre permiso para ir a la tienda y trabajar de cerillito. Me dijo con la mirada firme de que ese trabajo se lo debía dejar a las personas que realmente lo necesitaran, pero yo insistí y accedió. Desde entonces, la acompañe al trabajo más que a nada para ir a visitar a mi nuevo ami